Como buenos escapistas
de ciudad que somos, a la mañana temprano huimos de la urbe, y partimos hacia
la Reserva Natural Villavicencio para llegar a Uspallata, a través del Camino
de los Caracoles, nombre que le queda excelente considerando que en su
recorrido se atraviesan 270 curvas (el mito dice que son 365 curvas) por más de
17km de camino de cornisa y desde lo alto en algunos miradores claramente podes
observar el serpenteado dibujo de la ruta de ripio sobre las laderas de las
montañas.
Ni bien buscamos
lugar para pasar la noche, partimos desde Uspallata para hacer el camino de
Alta Montaña y así conocer el famoso Cristo Redentor, Puente del Inca, y el
Cerro Aconcagua.
En quichua
Aconcagua significa centinela de piedra, y al contemplar el lugar desde algún
punto panorámico entendes el significado; esa montaña está ahí alerta,
custodiando estoica el paisaje de cordilleras inmensas, con largos y profundos valles que
contienen grandes espacios abiertos y vistas infinitas que se pierden a la
distancia. Es un lugar de una belleza y riqueza esplendidas y si estas por la
zona no podes cometer el pecado de no pasar a conocer.
De oeste a este y
norte a sur experimentamos mágicamente toda la provincia. No solo
experimentamos sus exquisitos vinos en alguna que otra bodega (recomiendo no
perderse de conocer Bodega Roca en San Rafael) sino que fuimos admiradores
privilegiados de lugares que hasta hoy quedaron grabadas en la memoria y en el
alma. Potrerillos y su lago turquesa. Tupungato y Tunuyan con sus lomadas
repletas de cultivos, rutas disfrazadas con extensas alamedas y su Manzano
Histórico y sobre todo con su inconfundible aroma frutal, que como compañero
fiel está presente en cada respiración por el Valle de Uco.
Por último, la
atractiva ciudad de San Rafael con su imponente Cañón del Atuel, la adrenalina
de sus deportes náuticos en el rio Nihuil, la magia del canopy sobre el inolvidable
lago verde esmeralda de Valle Grande, la diversión del arbolismo en el parque
de Euca y la armonía de tomarse unos mates a la veda del rio con su enérgico
sonido de fondo. Si vas a conocer San Rafael te sugiero que te hospedes en
Valle Grande a orillas del Nihuil, es realmente un lugar maravilloso para
disfrutar de la naturaleza y relajarse a lo grande.