miércoles, 29 de octubre de 2014

PN Los Glaciares, Santa Cruz.







Si tuvieras el poder de viajar en el tiempo; que es lo que harías? Yo supongo que diría que trataría de volver a ese momento en donde todo se complicó y la vida dejo de ser simple para adornarse de conceptos, prejuicios, miedos y miles de “deber ser”; pero como aun no sé cuándo pasó eso simplemente me gustaría volver a algún momento en el que fui feliz y todo parecía estar en perfecta armonía y solo me rodeaba de belleza… para un día como estos, que mejor que volver al PN Los Glaciares.


El Parque Nacional Los Glaciares, es uno de los lugares más bellos de la argentina, sus enormes bloques de hielo compactados con paciencia de artesano forman enormes y majestuosos paredones que depende de cómo les de la luz pueden ir desde el más puro blanco a un misterioso e indefinido azulado. Ubicado al sudoeste de la provincia de Santa Cruz, y de fácil acceso desde la localidad de El Calafate, cuenta con la característica de conformar el manto de hielo más grande del mundo, después de la Antártida. Los campos, también conocidos como hielo continental patagónico, ocupan en total una superficie aproximada de 2.600 km ² y significan más del 30% del espacio protegido. De estas gélidas extensiones se desprenden 47 glaciares mayores, de los cuales 13 desembocan en la cuenca atlántica. Asimismo existen, independientes del campo de hielo, 200 glaciares de menor magnitud.


El glaciar más reconocido de este lugar es el Perito Moreno, enmarcado en el Lago Argentino, debe su fama a que se encuentra en constante movimiento, producido por un fenómeno cíclico de avance y retroceso, con espectaculares desprendimientos de su descomunal frente de 5 km y sus 60 metros de altura por sobre el nivel del lago. Esta maravilla se puede experimentar fácilmente, solo se necesita un poquito de paciencia, puesto que las pasarelas del parque están perfectamente diseñadas para que se te ponga la piel de gallina con el estruendo que provocan las caídas de los bloques de hielo que despidiéndose con ese colosal sonido emprenden viaje por el Canal de Témpanos. No existe sensación más sublime en ese momento, seas o no amante de la naturaleza, toda tu atención es encantada por ese paisaje, y el estupor del sonido del hielo golpeando en el agua es como una flauta mágica que te deja hipnotizado.
Como sucede con todas las cosas buenas y bellas de la vida, este lugar es para vivirlo al máximo, por lo que puede recorrerse de varias maneras ya sea por tierra, a través de excursiones lacustres o también caminando por encima del mismo glaciar. Desde Puerto Bandera salen a diario las embarcaciones que navegan el lago Argentino y permiten conocer la Bahia Onelli, el glaciar Upsala( el más grande de la zona), y el glaciar Spegazzini ( el más alto del parque) entre otros. Es una excursión de casi todo el día, y es verdad que en algún momento del día puede hacerse monótono entre tanto tempano; pero hay algo extraordinario en sentir como el frio abrazador de un enorme bloque de hielo que suavemente se pasea por la superficie te acaricia las mejillas mientras que se te congela todo menos la capacidad de asombro.



Si no es un pecado, debería serlo, por lo que sin lugar a dudas te recomiendo que en tu visita al parque incluyas unos días para el extremo norte del mismo, cercano a El Chalten. Ya desde la ruta, justo antes de llegar, se puede observar la magia de este lugar, es una postal encantadora  como de algún pueblito nórdico escondido entre las montañas; con el imponente Cerro Fitz Roy  (con una de los picos más hermosamente estéticos que vi en mi vida) de fondo es el escenario perfecto para la aventura. La popularmente conocida como “capital del trekking” es una fiesta de colores, aromas, aventura y libertad. 
Jóvenes de todo el mundo se acercan a esta zona para vivir experiencias deliciosas que van desde disfrutar de una simple cerveza artesanal mientras resuena la guitarra de algún turista a perderse en magnificas caminatas por bosques y macizos a través de sus 11 circuitos auto guiados. De todos ellos solo puedo dar testimonio del sendero de Laguna de los Tres, sin exagerar fue el desafío físico más grande a superar pero cada segundo de dolor en el último tramo de 400mt empinados vale la pena, y tras una larga caminata de aproximadamente 5 horas llegas al paraíso en la tierra: una antigua arista morénica (enorme formación en forma de arco que actualmente contiene a la laguna, formada por la acción del avance y posterior retroceso glacial), con una extraordinaria vista de la laguna color turquesa profundo y glaciar de los Tres. Esta es la vista más cercana de la pared granítica del monte Fitz Roy y sus agujas periféricas y una de las visiones más exquisitas sobre la faz de la tierra.





La clásica caminata sobre el glaciar se realiza en el Perito Moreno, nosotros fieles a nuestro espíritu aventurero elegimos la opción de Ice Trekk sobre el Glaciar Viedma, en la zona norte del parque. Se trata de una excursión de unas 6 horas donde luego de una corta navegada por el Lago Viedma se llega a un promontorio rocoso frente al Glaciar. Caminamos hasta el borde del glaciar y comenzamos un trekking de dos horas y media sobre el hielo, siempre con calzado especial (grampones) y paso firme, para no resbalar. Tuvimos el privilegio de explorar sumideros, grietas y cuevas; realmente puede llegar a ser aterrador estar al borde de una cueva y no ver dónde está el fondo, uno sin lugar a dudas se siente diminuto, pero todo vestigio de vértigo desapareció con un exquisito Baileys “on the rocks”. Sin lugar a dudas caminar por un glaciar no es algo de todos los días, por lo que si estas por la zona no te prives de vivir una experiencia como esta.

Definitivamente si pudiera viajar en el tiempo tal vez podría modificar algunas cosas en el curso de mi vida, si pudiera viajar en el tiempo tal vez entendería muchas más cosas, o simplemente me sentiría más poderosa; eso sí jamás borraría de mi memoria a este parque y todos los momentos que experimente mientras lo descubría ¿Por qué?  Simplemente porque tiene el poder de hacerme viajar en el tiempo y el espacio, reviviendo cada sensación, aun sin moverme de esta silla.




martes, 28 de octubre de 2014

PN Bosques Petrificados de Jaramillo, Santa Cruz.



El Parque Nacional Bosques Petrificados es uno de esos lugares donde el poder de la naturaleza se hace evidente. Y es que hace 150 millones de años atrás, en el período Jurásico esta zona era un exuberante bosque de árboles gigantescos, pero al iniciarse el Cretácico, los movimientos tectónicos que provocaron el levantamiento de la cordillera y coincidieron con las erupciones volcánicas, terminaron sepultando entre cenizas todo este lugar, iniciando un proceso de petrificación. Con el paso del tiempo, el viento y las lluvias, se fueron revelando los enormes troncos de araucarias que permanecen estoicos en el medio de la misma nada como colosales espíritus que se resistieron a morir.



Ubicado al noroeste de la provincia de Santa Cruz, en el departamento de El Deseado, fue declarado parque nacional en el año 2012.  El lugar, aunque a simple vista no lo parezca, aun hoy es, literalmente, un bosque. Sus troncos de piedra están derribados, pero sus raíces están en el mismo lugar en donde transcurrieron sus vidas. El sitio es impactante y está considerado uno de los yacimientos fósiles más importantes del país puesto que allí  se encuentran los árboles petrificados más grandes del mundo con ejemplares que llegan a medir 35 metros de longitud y tener hasta 3 metros como diámetro mayor. Hasta el momento de petrificarse contaban con 1.000 años de edad.





Cercanas a los senderos de araucarias petrificadas, pueden verse pequeñas manadas de guanacos y la mara o liebre patagónica. La población de estos herbívoros está íntimamente ligada a la disponibilidad de vegetales, porque los largos períodos de sequía ocasionan una gran mortandad entre estos animales. Además encontramos especies como el gato montés, el puma, zorros grises y colorados. Entre las aves que alberga la región las que más se destacan son el choique o ñandú petiso, símbolo de las aves corredoras australes.


La entrada al área protegida se encuentra sobre la Ruta Nacional Nº 3, a mitad de tramos entre las localidades santacruceñas de Caleta Olivia, al norte, y Puerto San Julián, al sur. A la altura del Km 2063, se desvía a la Ruta Provincial Nº 49 y, luego de recorrer 50 km, se llega hasta la seccional de guarda parques del Monumento Natural Bosques Petrificados.


El recorrido por el Parque es corto y de fácil acceso, teniendo solo un sendero de aproximadamente 1000 metros que recorre el lugar donde se encuentran las araucarias petrificadas, un mirador de los volcanes Madre e Hija y un museo en el área cercana a la casa del guarda parque. Además para tener en cuenta es recomendable ir provisto de agua potable, alimentos y combustible, ya que la localidad más cercana se encuentra a más de 200 km. de distancia.


La naturaleza, como la vida, obra de maneras misteriosas; es capaz de evolucionar y reinventarse pero también a veces necesita conservar algunas cosas como si fueran recuerdos muy preciados. Si me preguntan que puede verse en el PN Bosques Petrificados diría que estar allí es como mirar el álbum familiar de tu infancia, donde a pesar de que sabes lógicamente que hoy ya nada es igual, siempre encontras en alguna imagen esa sensación de algo grande y maravilloso que te perteneció y que de alguna manera definió tu presente.






martes, 30 de septiembre de 2014

PN Los Alerces, Chubut.




Después de nuestra breve estadía por el Bolsón, continuamos hacia el sur, esta vez nuestro destino seria la ciudad de Esquel, cuya cercanía con el PN Los Alerces es muy conveniente si queres visitar el parque.

Al Parque Nacional Los Alerces, ubicado a unos 50Km de Esquel, se accede a través de la ruta nacional 259, empalmando con la ruta provincial 71. Con una superficie de 263000has es el cuarto PN más grande del país. Gracias a su cercanía a la Cordillera de los Andes  permite el desarrollo de un tupido bosque Andino Patagónico y en la zona de mayores precipitaciones crece una selva valdiviana donde se destaca el Alerce o Lahuan. Este árbol milenario, es de crecimiento lento y sus ejemplares pueden vivir entre 3000 y 4000 años de edad y medir hasta 60 metros de altura.

Una de las joyas atesoradas del parque es su famoso Alerce Abuelo de 2600 años de edad, 2,2 metros de diámetro y 57 metros de altura. Lamentablemente no puedo describirles cómo se experimenta este gigante porque la excursión tiene un tramo lacustre que parte de Puerto Chucao y por esas cosas de la vida, y pese a nuestra corrida literal por las pasarelas, no llegamos a tomar el catamarán por lo que solo me quedo la sensación amarga de ver partir la embarcación a tan solo unos metros de mí cuasi quedándome sin aire. Algunos seres humanos suelen tener como lema interrogativo el por qué a mí me gusta más hacer en hincapié en para que, por lo que rápidamente comprendí que todo eso sucedió para que volviera algún día a Los Alerces y pueda disfrutarlo a pleno en todo su esplendor con un clima más favorable. Tal vez ese no era el momento para que el Alerce Abuelo y yo, nos conozcamos...






Pese a la llovizna y cielo gris, decidimos aprovechar al máximo nuestra visita al parque y nos aventuramos a algunas caminatas. Los senderos y paseos que el PN ofrece son:

• Puerto Limonao: Trayecto de cuatro kilómetros por el bosque, entre el Lago Futalaufquen y la ruta. Dura dos horas y es de dificultad baja.

• Pinturas Rupestres: A dos kilómetros y medio de Villa Futalaufquen, se puede observar un alero con pinturas rupestres de antiguas poblaciones para luego realizar un ascenso de diez minutos hasta un mirador. Dura cuarenta minutos y es de dificultad baja.

• Laguna Larga: A dos kilómetros del centro de informes por una senda vehicular se recorren cuatro kilómetros para llegar a la laguna que se encuentra fuera del Parque. Dura cuatro horas y es de dificultad media – baja.

• Cascada Irigoyen: A seis kilómetros de Villa Futalaufquen se observa un importante salto de agua entre una abundante y variada vegetación. El primer tramo dura quince minutos y es de dificultad baja.

• Cinco Saltos: Comienza a 1500 metros de altura. Pasando Puerto Bustillo se llega a los miradores de los saltos de agua del Arroyo Los Pumas. Dura tres horas y es de dificultad media.

• Cerro Dedal: Comienza a 200 metros del Centro de Informes. Al final de la senda se observa el Lago Futalaufquen, el Cordón Situación y el valle del Río Desaguadero. Requiere registro. Dura siete horas y es de dificultad alta.

• Lago Krugger: Comienza a 1500 metros pasando Puerto Bustillo. Ésta es la senda más compleja del Parque, ya que se requiere disponer de más tiempo. Se permite acampar en el sector de Playa Blanca, pero no se puede hacer fuego. Al llegar al Lago Krugger, hay un camping agreste y un puesto de guardaparques. Requiere registro y dura doce horas de ida, con poco peso.

 
• Lago Verde: Comienza a 500 metros de la seccional Lago Verde. Al final de la senda se tiene una excelente vista panorámica de los lagos. Dura una hora y es de dificultad media - baja.

• Laguna Escondida: Parte frente a la Seccional de Arrayanes y se asciende hasta llegar a la Laguna. Requiere registro y dura cuatro horas. Es de dificultad media – baja.

• Cascada Arroyo del Hacha: Comienza a 200 metros de la seccional Rivadavia. Se llega a una importante cascada y se puede disfrutar de una panorámica del Lago Rivadavia y su entorno. Dura una hora y media y es de dificultad intermedia.


Además del PN, Esquel ofrece otros atractivos turísticos cercanos muy interesantes como ser la Cascada de Nant y Fall, la comunidad galesa de Trevelin con sus deliciosos tés ideal para la merienda, el centro de esquí La Hoya, visitas a criaderos de truchas que estimulan y mantienen la pesca deportiva en la zona y la excursión La Trochita con su transporte al  pasado en donde los trenes a vapor eran los protagonistas, entre otros.
Como dice el refrán, al mal tiempo buena cara, y tal vez el clima no haya colaborado para que experimente todo al ciento por ciento o retratar imágenes fieles a la belleza del lugar, pero a pesar de esto me pude conectar con la paz y quietud de la naturaleza y simplemente disfrutar de estar. Partimos de Esquel un martes por la mañana, nevaba intensamente y mientras el auto avanzaba recuerdo haber mirado hacia la blanca montaña con la promesa de algún día volver y conocer cara a cara al Alerce Milenario.







martes, 23 de septiembre de 2014

PN Lago Puelo, Chubut.



Yendo por la ruta nacional Nº 258, a 120 km de San Carlos de Bariloche se encuentra la localidad de El Bolsón. Desde esta ciudad se accede, por un camino secundario, a una de las márgenes del lago Puelo, dentro del Parque Nacional.
Siendo uno de los PN más pequeños de la región, Lago Puelo, tiene la particularidad de contar con el agua más turquesa que mis pupilas hayan admirado, y esto sumado a su cercanía a la pintoresca ciudad de “El Bolsón”, a solo 19km de distancia, y sus pintorescas ferias artesanales hace que de este lugar llamado popularmente “La Comarca del paralelo 42” atesore imágenes inolvidables.

En sus 27600 has. no solo que se pueden apreciar las características de los bosques andino-patagónicos, sino que el valle del lago Puelo se caracteriza por su conexión trasandina y un microclima especial, otorgado por su altitud de 200msnm, la cual permite temperaturas más agradables, que durante el verano no producen heladas ni nevadas, como es usual en los ambientes cordilleranos. A su vez, este clima acogedor colabora para que aquí coexistan especies vegetales propias de la selva valdiviana (Avellano, Tique, Ulmo y Liana Yoqui Blanco) con especímenes más comunes de los bosques andino-patagónico (Ciprés, Coihue, Espino Azul, Radal y Arrayan, entre otros). Todos estos conviven, a su vez, con una planta catalogada como invasora pero que para mí realmente dan un toque de sofisticación a toda la región: La Rosa Mosqueta.




La zona cordillerana fue intensamente modificada por la acción de los glaciares, los cuales formaron a su paso extensos y profundos lagos. Este es el caso del Lago Puelo, que desemboca en el Océano Pacifico a través de su rio homónimo. Por este motivo, los ríos de la región, y en especial el Turbio, tienen un alto contenido de “Silt” o sedimento glaciar, especialmente al finalizar el verano que es lo que le da un tono más opaco al agua y provoca que el lago se vista de un exquisito color turquesa que va variando durante las estaciones del año de acuerdo a la cantidad de sedimentos que los ríos aporten.



Dentro del parque hay varios recorridos y paseos que pueden hacerse, estos son los más destacados:

Sendero del Pitrano Grande: Recorrido de 20 min de duración aproximadamente, de baja dificultad. Este sendero atraviesa un bosque de Pitras gigantes finalizando en la Playita. Lo mejor, durante el recorrido te va acompañando una música natural mezcla del movimiento del agua y la fauna.

Mirador del Lago: A este mirador natural de piedra, se accede por medio de un ascenso, de dificultad media alta, de 40 minutos de duración dentro del bosque. Desde ese privilegiado lugar se puede observar un panorama del área recreativa del Parque.

Mirador de la Lechuza: Es una caminata de 20 minutos de duración de alta dificultad donde al costearse el sector de "La Playita" y se llega a un mirador natural, desde donde se aprecia el lago y su majestuosidad, este es un recorrido especialmente buscado por andinistas y escaladores de todo el mundo.

Camino a gendarmería nacional y límite con Chile: Este recorrido se realiza cruzando el Río Azul, vadeándolo o en embarcación, luego de lo cual se inicia con una caminata de aproximadamente 2 horas hasta el puesto de Gendarmería donde se puede acampar gratuitamente. Desde ahí mismo se accede al sendero que llega hasta al límite con Chile por 2 horas más de trayecto. Se arriba a Los Hitos y desde allí es posible caminar un poco más, hacia un mirador, para apreciar los rápidos del río Puelo y el Lago Puelo Inferior en el país vecino.

Bosque de las sombras: Es un sendero cautivador, de aproximadamente 20 minutos de duración, dentro del bosque autóctono particular de esta margen del lago y que da comienzo a través de un puente flotante hecho en madera, que se mimetiza con la naturaleza. Este paseo es ideal para familias con niños y adultos mayores por su baja dificultad.

Ya adentrados en la ciudad del Bolsón, con  su especial microclima, podemos observar el desfile de extensas zonas de cultivo de frutas finas (frutillas, frambuesas, guindas y cerezas entre otras) toda una fiesta de colores para la vista. Todos los martes, jueves y sábados funciona en la Plaza Pagano la Feria Regional de artesanos y productores, una de las más importantes de Sudamérica. Allí se encuentran artesanías en madera, arcilla, metales, piedras y flores labradas por artesanos cordilleranos, cervecerías, músicos y otros productores de reconocimiento internacional. Por doquier el lugar explota de colores, perfumes y expresiones de gran valor artístico que hacen que uno se sienta de fiesta a lo largo de su recorrido.


Lago Puelo, El Bolsón y todos sus alrededores parecen salidos de un cuento de Tolkien. La existencia de bosques inmensos e inexplorados, la variedad de leyendas autóctonas acerca de lugares mágicos y duendes, o incluso las curiosidades reales como un bosque petrificado en la profundidad de un lago, o la misteriosa Roca del Tiempo a cuya cumbre es casi imposible acceder puesto que el clima parece volverse adverso cuando algún montañista está llegando a la cima, todo se convierte en un escenario mágico que ensueña al viajero. Definitivamente si sos de las personas con espíritu aventurero, amantes de la libertad, la belleza y porque no algo de fantasía, la “Comarca” es uno de esos lugares que debes regalarte conocer.







jueves, 18 de septiembre de 2014

PN Nahuel Huapi, Neuquén-Rio Negro



Siempre me resulto irresistiblemente seductor los secretos que esconde la naturaleza y como es que algunas cosas en este mundo pueden ser tan imperfectamente “perfectas” para apaciguar el caos constante de nuestra existencia con un solo y puro concepto: la belleza.

El Parque Nacional Nahuel Huapi es uno de esos tantos enigmas de la Patagonia. Donde se amalgaman estáticos pozones con rápidos ensordecedores y en donde las extensas masas de agua dulce coquetean con el cielo vistiéndose por momentos de un exótico color turquesa.


Ubicado al sudoeste de la provincia de Neuquén y al oeste de Rio Negro, Nahuel Huapi, cuanto con la particularidad de ser el primer Parque Nacional Argentino. Su origen data del año 1903, fecha en que el Perito Francisco Pascasio Moreno donó a la Nación una extensión de 3 leguas cuadradas, ubicadas en el extremo Oeste del brazo Blest del lago Nahuel Huapi. El área se convirtió en el núcleo del primer Parque Nacional de Argentina, declarado en 1922 como "Parque Nacional del Sud" y más tarde en el año 1934 el Congreso de la Nación sancionó por ley la creación del Parque Nacional Nahuel Huapi, incorporándole un territorio mayor. De esta manera, la Argentina se convirtió en el tercer país de América en contar con un Parque Nacional.




En sus 710.000 hectáreas protege lugares de increíble belleza, como las costas del enorme lago Nahuel Huapi, con 560km cuadrados y más de 454mt de profundidad, una extensión del doble de la ciudad de Buenos Aires como para dar una referencia de su magnitud;  el imponente cerro Tronador, de 3478 msnm; o el cerro Catedral, meca de los esquiadores, el PN Los Arrayanes y la Isla Victoria. Dentro del área se encuentran San Carlos de Bariloche, Villa La Angostura  y Villa Traful.

Según su vegetación el Parque se divide en tres áreas: la zona altoandina, estepa patagónica y el bosque subantartico más austral del mundo.  La naturaleza alto andina crece sobre los 1.600 metros sobre el nivel del mar, con una vegetación rala de pequeñas hierbas adaptadas al clima en donde se refugian especies como el Cóndor y el Huemul. La nieve que se acumula en invierno permite mantener los últimos glaciares y una extensa red de arroyos, ríos, lagos y lagunas. Los bosques cubren las partes bajas de las montañas y los valles. Lengas, coihues y ñires florecen en primavera creando uno de los paisajes silvestres más coloridos. Las flores rojas del notro, la trepadora mutisia, de vibrante color naranja, los tonos lilas de la virreina y el amarillo vibrante del amancay tapizan el paisaje.


Gracias a sus cerros, lagos, arroyos y picadas, a la belleza de su vegetación durante las cuatro estaciones del año y a su excelente infraestructura es un lugar ideal no solo para la vida al aire libre, sino también para la práctica de infinidad de deportes acuáticos, montañismo, esquí y trekking.

A diario, en temporada, parten desde el muelle de Puerto Pañuelo, ubicado en la península Llao Llao, frente al emblemático hotel, excursiones lacustres a la Isla Victoria, bosque de arrayanes y Puerto Blest. Es un estupendo plan para pasar el día; navegando por el Nahuel Huapi desde la cubierta podes pasar varios minutos maravillándote con el reto de alimentar a una gaviota con tan solo extender un brazo. Una vez ya en la isla te internas en un paraíso forestal donde es imposible sentirse diminuto ante la magnitud de sus árboles. Tal vez uno en sus recuerdos retoca inconscientemente algunos detalles para hacer la historia más interesante, no puedo dar certeza de que fehacientemente nunca haya visto otros árboles más grandes, pero si puedo asegurar que jamás me sentí tan diminuta como el instante en  parada frente a un enorme tronco de una secuoya gigante levante mí vista hacia el cielo y me costó ver donde culminaba la copa.




Bariloche y el Nahuel Huapi son uno de los puntos turísticos más atractivos de la Argentina, es cierto que mucho de esto tiene que ver con su infraestructura, promoción e historia; pero hay algo más; y es que la esencia de la belleza que reflejan sus aguas turquesas y el verde exuberante de su vegetación es similar a esa sutil sensación de paz que te inunda cuando te liberas de esas situaciones que sabes que poco a poco van matándote el alma pero que por alguna razón no podes soltar; es similar a esa autentica alegría que te abraza cuando experimentas el amor verdadero que no exige ni espera nada a cambio, simplemente es y con eso te basta; es similar a la sensación de libertad y adrenalina que te arrasa cuando te das cuenta que el futuro no es una sentencia irrevocable sino que puede ser modificado cuantas veces lo deseas si te atreves a rediseñar el presente.

Herman Hesse decía que la belleza no hace feliz al que la posee sino a quien pueda amarla y adorarla; tal vez sea por esto que la encuentro tan fascinante, porque tiene el poder de hacerme sentir todo y a la vez me asombra tanto que me obliga a pensar en nada.