Ya habían pasado
dos años desde que nos conocimos, por Agosto de 2010, y con Chechi, Vale y Max
planeamos nuestro segundo viaje juntos como festejo de tan hermosa amistad; el destino “La Ruta de los Dinosaurios” recorrido
que comprende las provincias de La Rioja, Catamarca y algo de San Juan. Los
protagonistas absolutos del recorrido eran el PN Talampaya y el Valle de la
Luna.
Fue así como
volvimos a saborear la majestuosidad de la mítica ruta 40, la más extensa de
nuestro país, donde en La Rioja transita por algunos de los lugares más
pintorescos de su trazado. Pasando por Villa Unión, La Cuesta de
Miranda en Chilecito, los pueblos de Famatina y San Blas de los Sauces, entre
otros, es casi natural hipnotizaste con el paisaje sorprendente. Las curvas del
camino que bailando con el río serpenteando en el bajo, entre angostas y
profundas quebradas rocosas, son la invitación irrevocable para infinidad de águilas
y cóndores, como también, para esta humilde servidora.
El Parque Nacional
Talampaya, creado en 1997, cubre una superficie de 215.000 has., y fue
declarado Patrimonio Natural de la Humanidad junto con el Parque Provincial
Ischigualasto por la Unesco en el año 2000.
Su paisaje de gran
belleza, es el resultado de movimientos tectónicos, a los que durante milenios
se han sumado la erosión del agua y el viento en un clima desértico, con grandes
amplitudes térmicas.
El parque cuenta
con rocas que documentan la evolución del planeta por más de cuarenta y cinco
millones de años, siendo por ejemplo testigo hace más de 250 millones de años
de la división del supercontinente Pangea y es uno de los yacimientos fósiles más ricos del
país.
En su recorrido,
siempre con guía autorizado, se pueden observar curiosas formaciones rocosas como
Los Reyes Magos, el Tablero de Ajedrez, La Catedral y El Fraile, entre otras,
en el área conocida como “Ciudad Perdida”, que como caprichos de la naturaleza
se imponen estoicas teñidas de un rojizo intenso que paraliza.
Lo mejor es que el
viaje no terminaba allí, porque a muy pocos kilómetros se encontraba el Parque
Provincial Ischigualasto, por lo que ávidos de más aventuras nos dirigimos a
caminar por “La Luna”, pero esa es otra historia; por lo que la dejamos para el
próximo capítulo.
HERMOSAS FOTOS, HERMOSO RELATO...ADELANTE AMIGA!!!
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