Ubicado en la
provincia de La Pampa, cerca de las localidades de Puelches y Casa de Piedra, es uno de los
portales hacia la Patagonia Argentina.
Lihué Calel en
araucano significa “sierras de la vida” y tal vez a primera impresión puede que
nos resulte extraño entre tanta aridez que allí haya un importante reservorio
de agua dulce.
El día no es óptimo, esta nublado y garua desde que salimos; pero el fin de semana es corto y como todo lo bueno en la vida hay que aprovecharlo. Sabíamos que al volver a nuestra cabaña de los Altos de Payun en Santa Rosa nos esperaría la cálida fogata de la chimenea y un espectacular show de equitación.
Desde la Ruta Nacional 152 logramos vislumbrar las sierras que se destacan notablemente en el paisaje apenas ondulado de la pampa seca. Los variados tonos en color bermellón y la fauna que se deja observar entre la llovizna, me llaman la atención.
Cuando llegamos y
nos registramos con el guarda parques nos cuenta que el lugar en verano es un
festín de color porque durante otoño y primavera se forman arroyos estacionales
que permiten que broten por todos lados las margaritas pampeanas color amarillo;
a esas, las margaritas, no llegue a verlas pero si me perdí por
pequeños montes de
caldenes y sombras de toro según recuerdo en aquel fresco Mayo de 2010.

