miércoles, 8 de julio de 2015

Parque Nacional Baritu, Salta







Existen lugares que maravillan por su grandeza, otros que conmueven por su belleza y existen algunos que por una misteriosa razón te atrapan y se transforman en una peculiar travesía. El parque nacional Baritu es uno de estos lugares donde sus densas yungas sepultadas entre las nubes se combina con lo indómito, puro y virgen que brinda el aislamiento convierto a este paraíso natural en una joya anónima de la Argentina.

Ubicado al noroeste de la provincia de Salta, en la frontera con Bolivia, este parque tiene la particularidad de tener su acceso a través de territorio boliviano. Para llegar hasta allí, partiendo desde San Ramón de la Nueva Oran por la RN 50 se llega al puesto fronterizo de Aguas Blancas; tras los trámites migratorios y aduaneros, se sigue por un sinuoso y pintoresco tramo de la ruta Panamericana hasta La Momora, donde un puente sobre el rio Bermejo permite reingresar a la Argentina y llegar a la localidad de Los Toldos, donde se encuentra la oficina de Parques Nacionales.



Los Toldos es un poblado pequeño, de apenas 800 habitantes aproximadamente, donde aún se conservan la pureza, calidez y amabilidad en el trato; los vecinos no solo se conocen sino que cooperan entre sí en el día a día. Parecían ser de ese tipo de personas que mantienen las cosas simples, sus necesidades muy concretas y reales; o al menos eso pensé yo extrapolando a cómo vivimos en las grandes urbes en donde, por lo general, nos aferrarnos a necesidades que en realidad no son propias y que al conquistarlas no terminan de satisfacernos jamás. Más allá de mi momento de reflexión filosófica, a nivel turístico es importante saber que aquí hay cabañas, hospedajes y proveedurías; aunque no hay estación de servicio por lo que es importante recargar combustible antes de cruzar la frontera.



La aventura continua puesto que desde Los Toldos hasta la puerta de entrada al parque hay unos 27km de camino de tierra que dependiendo las lluvias puede tornarse intransitable. Es por esto que la época recomendada para visitar este parque es de Junio a Noviembre. En nuestro caso fuimos con vehículo 4x4 y en varias oportunidades quedamos atascados en algunas huellas que con un poco de paciencia e ingenio pudimos superar.
Pero no desesperen, todas estas peripecias tienen sus recompensas cuando se llega un tramo de terreno alto y despejado de vegetación, en donde se atraviesan espesas nubes y tras algunos segundos de no ver nada, al final como una obra de teatro, se abre el telón y se visualiza una bastedad inimaginable de selvas, en distintas alturas, todas exuberantes de vegetación en diversas tonalidades de verdes; realmente es una secuencia maravillosa.
El Parque se encuentra limitado por cordones montañosos de más de 2.000 msnm como el Cerro de las Pavas y el Cerro Negro.  De los numerosos cursos de agua que lo surcan se destacan el río Lipeo, en el norte, y los ríos Porongal y Pescado que desaguan en el río Bermejo. Aquí se resguardan las selvas de montaña, destacándose la presencia de un helecho arborescente y la maroma, que puede germinar sobre otro árbol, viviendo epífito sus primeros años de vida mientras emite raíces hacia el suelo. Una vez afirmada en la tierra, la maroma crece velozmente rodeando con su tronco al árbol que le da sustento, llegando con frecuencia a matarlo. Los cedros salteños de valiosísima madera, alcanzan aquí tamaños imponentes.
La fauna es muy variada y aparecen especies como el mono caí, el lobito de río, el ocelote o gato onza, el tapir, el yaguareté, el puma, el hurón, el pecarí labiado, el mayuato u osito lavador, la corzuela, el tapir, en las márgenes de cursos de agua el carpincho y muchos otros. Respecto de las aves se destacan el cóndor y el jote de cabeza colorada y el de cabeza negra. También son característicos el tucán grande, variedad de colibríes, loros y la urraca.


Dentro del parque no hay demasiada infraestructura, solo un camping agreste para los más aventureros. Cuenta con varios senderos para recorrerlo:



- El Lipeo- Abra de Minas-Baritu: Parte desde la comunidad de El Lipeo a 1140msnm por el camino vehicular, pasa por “el cedral” y el punto panorámico “Abra de Minas”, el sitio más alto del recorrido a 1770msnm. Luego continuando se llega a la comunidad de baritu a 1600msnm. Dificultad: Alta, Duración: 10hs
- El Cedral de Abra de Minas: Recorrido de 8km hasta el ingreso. El sendero de 200mts recorre un sector con árboles de imponente envergadura. Dificultad: Alta, Duración: 6hs
- El Lipeo- Las Termas del Cayotal: Se realiza a pie siguiendo na senda que bordea el rio Lipeo, pasa por el desvío a “la Junta” y a partir de allí atraviesa el límite del parque; luego de 20 min se accede a las aguas termales. Dificultad: Media. Duración: 4hs.
- El Lipeo-Las Juntas: Caminata que bordea el rio Lipeo y llega hasta la unión de los ríos San José y Cayotal. Recomendada para la observación de aves. Dificultad: Baja. Duración: 2hs.
- Sendero cultural El Molejón: Comienza a 100 mts. de la oficina de parques y permite acceder a un molino de piedra, utilizado antiguamente por la comunidad para la molienda de maíz. Dificultad: Baja. Duración: 1,30hs.

Baritu con su naturaleza exuberante y sus horizontes perdidos en la densidad de la bruma es una de esas bellezas difícil de olvidar, porque no pretenden ser mas de lo que son y sin embargo nos dejan esa sensación de que si tuviéramos algo mas de tiempo en ella podríamos descubrir mucho mas.