jueves, 29 de mayo de 2014

PN Lihué Calel; La Pampa



Ubicado en la provincia de La Pampa, cerca de las localidades de  Puelches y Casa de Piedra, es uno de los portales hacia la Patagonia Argentina.

Lihué Calel en araucano significa “sierras de la vida” y tal vez a primera impresión puede que nos resulte extraño entre tanta aridez que allí haya un importante reservorio de agua dulce.

El día no es óptimo, esta nublado y garua desde que salimos; pero el fin de semana es corto y como todo lo bueno en la vida hay que aprovecharlo. Sabíamos que al volver a nuestra cabaña de los Altos de Payun en Santa Rosa nos esperaría la cálida fogata de la chimenea y un espectacular show de equitación.

Desde la Ruta Nacional 152 logramos vislumbrar las sierras que se destacan notablemente en el paisaje apenas ondulado de la pampa seca. Los variados tonos en color bermellón y la fauna que se deja observar entre la llovizna, me llaman la atención. 


Cuando llegamos y nos registramos con el guarda parques nos cuenta que el lugar en verano es un festín de color porque durante otoño y primavera se forman arroyos estacionales que permiten que broten por todos lados las margaritas pampeanas color amarillo; a esas, las margaritas, no llegue a verlas pero si me perdí por
pequeños montes de caldenes y sombras de toro según recuerdo en aquel fresco Mayo de 2010.



En su recorrido, el Parque Nacional cuenta con  el Centro de Visitantes Likan Mapu y senderos de interpretación para caminar, observar y perderse en la naturaleza. Los que más disfrute son los senderos a la Laguna Urre-Lauquen y el recorrido de Valle de las Pinturas, donde se pueden apreciar arte rupestre, yacimientos arqueológicos y la última morada del Cacique Namuncurá, además de las ruinas del Casco de la Estancia Santa María de Lihué Calel que corresponde a la historia más reciente del parque.

De los diecinueve parques nacionales que he experimentado, tal vez el Lihué Calel sea el menos majestuoso o imponente; pero en su simpleza conserva una belleza particular de esa que emana de la pacifica quietud; no busca ser nada pretencioso sino que le basta con sentirse presente en el entorno que lo rodea. En eso consiste su magia, en eso consiste su razón de ser.